Es tradición que las tamborradas de las sociedades recorran las calles interpretando las marchas del maestro Sarriegui, reconocido compositor donostiarra.
La fiesta comienza a las 00:00 hrs. del día 20 con la Izada de la bandera en la Plaza de la Constitución de la Parte Vieja Donostiarra a cargo de la Sociedad Gastronómica Gaztelubide, que interpreta la Marcha de San Sebastián.
Esta tamborrada y las de otras sociedades, compuestas siempre por tambores y barriles, desfilan después por la ciudad acompañadas por una banda musical. Durante 24 horas toda la ciudad es una fiesta de tambores y barriles.
La fiesta ha ido creciendo cada año como lo demuestra el notable incremento de tamborradas que participan; pasando de las 10 que lo hicieron en 1967 a las 111 que participaron en 2011.
La Arriada de la bandera, que a las 24:00 cierra las fiestas, corre a cargo de la Unión Artesana, que fue la 1ª tamboreada de la historia en celebrar este día a finales del S XIX.
Los bares y establecimientos permanecen abiertos para una noche, ya que hasta las 12 de la noche del día 20 no se termina una jornada festiva que los donostiarras viven con un sentimiento muy especial.
Durante la mañana del día 20 los niños tienen su tamborrada infantil, en la que participan las tamborradas de los centros escolares, y que comienza en los jardines de Alderdi Eder y recorre las principales calles de la ciudad. De entre ellos se escoge entre otros a La Bella Easo infantil y sus damas de honor.
Otro momento especial es el de la entrega de las Medallas al Mérito Ciudadano. y especialmente la del Tambor de Oro, máximo galardón que otorga la ciudad a una persona u organización por su promoción de la imagen de la ciudad y sus méritos profesionales.
Respecto al origen de la fiesta hay diferentes versiones. Una de las más extendidas cuenta que en el siglo XIX, San Sebastián se encontraba bajo amenaza de invasión por los franceses, y que el regimiento de San Sebastián, dirigido por los percusionistas militares, marchó con valentía para cumplir con los franceses. En apoyo, fueron los cocineros y chefs de la ciudad, que abandonaron sus cocinas y marcharon junto con los tambores golpeando sus barriles de vino, ollas y sartenes al ritmo militar. Al oír el estrépito, los franceses , convencidos de que el ejército de San Sebastián era mayor de lo esperado, hicieron una rápida retirada. La fiesta de la Tamborrada se celebra así pues cada año para honrar a los cocineros que salvaron el honor en ese día.
Os presentamos a continuación un vídeo de la izada de la bandera a medianoche del día 20 de enero:
Día de Santo Tomás (21 de diciembre)
La fiesta de Santo Tomás tiene lugar el 21 de diciembre. El centro de la celebración se concentra en la plaza de la Constitución, de la Parte Vieja donostiarra, lugar en el que se colocan puestos que ofrecen productos típicos de la zona: y donde la txistorra y el talo (torta de maiz) son los protagonistas. El centro de San Sebastián deja de ser una ciudad y da paso a la exposición de artesanía y de alimentos donde caseros traen sus mejores productos para demostración: diferentes especies animales y variedades de comida.
La fiesta, que ha ido extendiéndose por toda la parte vieja y otras zonas de la ciudad, recuerda a los numerosos baserritarras-caseros- que se desplazaban a San Sebastián para pagar las rentas de sus tierras a los propietarios, muchos aprovechaban para aprovisionarse de artículos que no existían en los pueblos vecinos y,a su vez, para vender los mejores productos del caserío.
Para disfrutar de la fiesta, la tradición dice que hay que ir vestidos como los Baserritarras de la época. Del atuendo, lo más extendido y que llevan casi todos los niños y jóvenes es el pañuelo y la txapela y la pañoleta a la espalda y pañuelo blanco a la cabeza para las mujeres. Cientos de puestos, gestionados por colegios o colectivos para sacar un dinerillo, ocupan su zona (previamente solicitada y sorteada por el ayuntamiento), donde montan una pequeña cocina y barra para servir estos productos.
La costumbre es salir a media mañana e ir de puesto en puesto degustando algunos pintxos o bocadillos, mientras se bebe sidra, txakoli o vino. Es una fiesta que para muchos donostiarras califican de entrañable y divertida, ya que la disfrutan con muchas ganas. Toda la ciudad se echa a la calle y comparten txistorra, txaoli o sidra, desde los más mayores hasta las cuadrillas de jóvenes, pasando por las familias con niños pequeños.
Miguel Postigo / Feelfree Rentals
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