Hoy en día, 132 años de tradición han hecho de las Regatas de Traineras de La Concha, uno de los espectáculos deportivos del año en el País Vasco y uno de los más fascinantes que existen en el mundo. Ningún otro es capaz de atraer esa enorme multitud, cerca de 100.000 personas con los colores de su trainera, que se apiñan en Urgull, Igeldo, el Paseo Nuevo, el Muelle y en la Isla de Santa Clara para presenciarlo.
- Traineras esperando al toque de salida
La temporada de traineras se desarrolla durante el verano, con cerca de treinta regatas en diversos pueblos del litoral vasco. Todas ellas tienen como objetivo la Regata de San Sebastián, que se celebra en los dos primeros domingos de setiembre. Para los equipos y los clubes es más importante ganar esta regata que todas las demás juntas, ya que es la más importante de las que se celebran a lo largo del año.
Las regatas tienen lugar los dos primeros fines de semana de septiembre. Comienzan a las doce del mediodía, en el incomparable marco de la Bahía de La Concha. Se dividen en dos tandas con las ocho mejores traineras, pasando los cuatro mejores tiempos del primer día a formar la tanda de honor. Cada tripulación representa a un pueblo del litoral cantábrico y ello explica las pasiones que levanta. Por último, queda la distancia clásica de 3 millas que se divide en dos largos con una sola ciaboga.
Cuando el juez da la salida, los gritos de ánimo se escuchan desde cualquier lugar. Los remeros se lanzan, dirigidos por sus patrones, en pos de una victoria que sólo está al alcance de unos pocos. A la emoción y a la tensión vivida, le sucede el magnífico ambiente deportivo que en los aledaños del puerto donostiarra y en la Parte Vieja se va creando, mientras los remeros hacen su llegada.
Diversas razones explican el éxito de las regatas de San Sebastián: la seriedad en la organización, la importancia de los premios y, sobre todo, la belleza de un escenario irrepetible y un mar abierto en el que los remeros lucharán entre sí y contra el viento, las olas y las mareas.
Es un día de fiesta y la ciudad se convierte en un punto de encuentro acogiendo a sus vecinos y a todos los que se acercan a presenciar este magnífico espectáculo con la hospitalidad que le caracteriza. Las calles de San Sebastián y sobre todo las de la Parte Vieja se convierten así en el centro neurálgico. Y como no podía ser menos, la gastronomía del país hace acto de presencia para poner en los innumerables restaurantes de la ciudad, el broche final a una jornada de fiesta inolvidable.
Si cualquier fecha es buena para venir a San Sebastián, de forma especial recomendamos los dos primeros domingos de septiembre, fechas en las cuales tienen lugar las regatas.
Fuentes:donostiasansebastian.com
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